La educación superior en el Perú aún tiene muchos retos que superar. Primero que nada, hay que entender que la educación básica es una unidad que se divide en tres niveles (inicial, primaria y secundaria), no puede ser comprendida por separado.
Lilia Calmet, Directora de los Proyectos Educativos de la Fundación Wiese, dio luces sobre este y más retos que se encuentran en la transición entre la escuela y la educación superior, en los cuales se tiene que trabajar.
No solo hay que pensar en los adolescentes en factor a su futuro
Cuando se está en secundaria y los niños se han hecho adolescentes, muchas veces se piensa en ellos en base a lo que les esperará en un futuro, pero se deja de lado sus necesidades actuales.
Es en la adolescencia donde el pensamiento crítico, que ha sido cultivado en los sujetos cuando niños, termina de desarrollarse y es importante orientarlos para que no sean simplemente quienes “obedecen” a la autoridad inmediata, sino quienes tengan la habilidad de cuestionarse y comprender el mundo en el que se vive y las acciones que se realizan.
¿Carreras técnicas en la educación secundaria?
Cuando se está aún en nivel secundaria los oficios son parte de lo que se enseña en las aulas de clases, pero ¿son estos realmente útiles para quien egresa del colegio? Muchas veces desde la misma planificación de la implementación, del oficio técnico en las aulas secundarias, ya existen problemas ya que, en una época tan demandante y acelerada, muchos de ellos dejan de existir para cuando termina el quinto año.
Otro problema de la inserción de cursos técnicos en la secundaria es que a veces el tiempo de enseñanza no es el suficiente para cada oficio y en el peor de los casos, la capacitación de las empresas, al empezar la vida laboral, reemplaza por completo lo aprendido en las aulas.
Las aulas escolares no solo tienen que impartir conocimiento
La enseñanza en la educación básica tiene que ir más allá de solo aspectos cognitivos, se debe preparar a las personas para la vida que afrontarán. Se debe tener una educación integral, donde también se desarrollen las habilidades socio-emocionales de los sujetos y que esté dirigida por maestros que también las posean.
Las habilidades socio-emocionales son tan importantes como las cognitivas debido a que las personas deben ser capaces de conocer sus propias emociones para auto-regularse consigo mismas y con el resto.
Este autoconocimiento hace posible que, ya en edad laboral, incluso en la educación superior, frente a la frustración, seamos capaces de entender lo que nos está pasando y hallar soluciones. Las habilidades sociales, tan descuidadas en la época escolar, también facilitan la vida adulta a través del trabajo en equipo.
Hay que cultivar la ética en las aulas
En la sociedad actual, para insertarse en el mundo laboral, uno de los pilares que buscan las empresas, en sus futuros colaboradores, es una ética sólida. SI bien no es responsabilidad exclusiva de la formación básica, esta también tiene que tener un papel importante en el desarrollo de la reflexión ética.
Hay que entender a la población adolescente como individuos completos, agrega Lilia Calmet, y dejar de verlos como objetos de nuestra protección, hay que acompañarlos y reconocerlos como sujetos de derecho para poder pensar en sus necesidades y brindarles soluciones; si no se parte de esto no se podrá hacer frente a los retos de la educación superior en el Perú.