Cuando los organizadores del IV Coloquio de Arqueología “El Desarrollo de los Sitios Arqueológicos: Tensiones, Desafíos y Oportunidades” se reunieron para plantear el enfoque del evento, decidieron que sería multidisciplinario. “El coloquio anterior fue técnico, muy académico. Este año queríamos hacer algo distinto, convocamos a todas las disciplinas que de alguna manera están en contacto con la arqueología y que la acompañan a lo largo del desarrollo de los sitios arqueológicos” relata Ingrid Claudet Lascosque, Gerente General de la Fundación Wiese.
La organización logró su objetivo. El pasado 24 de agosto, la Fundación Wiese reunió a economistas, arqueólogos, educadores, investigadores y abogados en cuatro mesas de debate, donde abordaron los desafíos, tensiones y oportunidades del desarrollo de sitios arqueológicos en Perú. “Yo creo que el esfuerzo que hace la fundación es muy importante porque permite que haya investigación científica. Además, también forma los centros de atracción turística, como es el caso del Museo Cao. Esto es resultado del trabajo de Pancho Wiese desde el comienzo hasta ahora”, señala el reconocido arqueólogo Luis Guillermo Lumbreras. Puedes leer todas las ponencias del coloquio de arqueología aquí.
El coloquio de arqueología empezó a las ocho de la mañana y se extendió hasta las seis de la tarde. La primera mesa abordó el tema del turismo sostenible. En la segunda mesa se discutió el tema de gestión del patrimonio arqueológico y las alianzas público privadas. La tercera mesa profundizó sobre la preservación del paisaje cultural. La cuarta mesa se centró en el aporte de la arqueología a la educación. El evento finalizó con un emotivo homenaje al Dr. Santiago Uceda Castillo, arqueólogo, docente e investigador.
La primera mesa estuvo conformada por la Viceministra de Turismo, Liz Chirinos Cuadros, el Director General de Museos, Giancarlo Marcone Flores, y el empresario catalán Lluis Dalmau. Los tres tuvieron un tiempo de 20 minutos para explicar sus argumentos a favor del turismo sostenible en Perú. Liz y Giancarlo hablaron sobre los esfuerzos del Estado peruano para impulsar proyectos de turismo sostenible como el sitio arqueológico Kuelap y la red vial inca Qhapaq Ñan. El primero está ubicado en Amazonas y tiene como beneficiarios directos a 489.914 turistas nacionales y extranjeros, mientras que el camino inca fue nombrado patrimonio mundial en 2014.
A su turno, Lluis Dalmau indicó que el turismo sostenible en Perú tiene que dejar de centrarse en Machu Picchu. El empresario habló sobre los esfuerzos que hace la industria privada para recuperar sitios arqueológicos que impulsan este tipo de turismo como es el caso del Mausoleos de Revash en Chachapoyas. Puedes leer las ponencias del coloquio de arquelogía aquí.
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ASOCIACIÓN PÚBLICO PRIVADA
En la segunda mesa compartieron ponencias el abogado Juan Pablo de la Puente Brunke, el antropólogo Luis Guillermo Lumbreras y la responsable de Obras por Impuesto del Ministerio del Ambiente, Rosinna Manche Mantero. Los tres coincidieron en que el estado por sí solo no es capaz de administrar los 22, 638 sitios arqueológicos que existen en Perú. “El sector privado no se puede liberar de su obligación de participar directamente en el campo del rescate histórico y desarrollo económico, el estado también tiene la obligación de participar y gestionar, es un esfuerzo conjunto”, explicó el doctor Lumbreras.
Juan Pablo de la Puente Brunke hizo hincapié en el rol que cumple el sector privado en la difusión de la cultura. “El coloquio es organizado por la Fundación Wiese, primero rescatar que esto es organizado por una entidad privada, preocupada y comprometida por la cultura y con grandes éxitos de gestión en el caso del Complejo Arqueológico El Brujo desde hace casi 30 años. El coloquio ha sido muy enriquecedor porque las mesas han tenido enfoques de diversas ópticas” señaló el abogado.
Juan Pablo de la Puente Brunke también explica que hay un desentendimiento sobre la identidad del sector privado. “El sector privado pueden ser empresas, universidades, asociaciones sin fines de lucro, institutos. El sector privado son los ciudadanos organizados en una entidad, no necesariamente es el sector privado empresarial irresponsable. Este coloquio es organizado por una entidad privada que en colaboración con el Ministerio de Cultura ha puesto en valor el Complejo Arqueólogico El Brujo, ese es un caso exitoso. Hay que romper el paradigma, la inversión privada no es incompatible con la conservación arqueológica”, precisa el abogado. Puedes leer las ponencias completas aquí.
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La aspiración de progreso de las comunidades rurales y la preservación del paisaje cultural fue el tema que debatieron la Directora del Museo de Sitio de Pachacamac, Denise Pozi-Escot, y la investigadora Rosabella Alvarez-Calderón. Ambas hablaron de los esfuerzos que hacen para que las comunidades se sientan identificadas con los sitios arqueológicos.
La Directora del Museo de Sitio de Pachacamac explicó que la misión es que el santuario sea relevante para la comunidad. Para lograr esto, Denise indicó que vienen realizando varios proyectos en los que trabaja la gente que está alrededor del sitio. Una de estas iniciativas es la creación de la empresa Sisan, donde las mujeres diseñan vestimenta y accesorios para revalorizar la iconografía prehispánica del santuario de Pachacamac. Para conocer los otros emprendimientos puedes hacer click aquí.
Rosabella Alvarez-Calderon habló sobre el proyecto “Activar la intangibilidad, repensar el valor”. La misión de esta iniciativa es revalorar el Complejo de Mangomarca, ubicado en el distrito de San Juan de Lurigancho. La investigadora trabajó con arquitectos, ingenieros, arqueólogos y biólogos. “Las comunidades y el público quieren tener una mayor participación en los sitios arqueológicos. Mangomarca está en un ambiente natural de lomas, hay varias asociaciones de vecinos que hacen recorridos, botan a los traficantes de terrenos a escobazos, quieren preservar las lomas como espacio público, que puedan ser del disfrute de todos y no apropiadas para el uso privado”, comenta la investigadora.
EL FACTOR EDUCACIÓN
La última mesa del coloquio de arqueología estuvo integrada por educadores. La pedagoga del museo Pedro de Osma, Elisa Granda Armas, el historiador Carlos Aburto y la especialista en gerencia regional de Educación de La Libertad, María del Rocío Soto Narváez, debatieron sobre la contribución de la arqueología al contenido de las escuelas.
Elisa Granda Armas indicó que el coloquio le parece un esfuerzo grande por acercarse a la realidad que es compleja y multidisciplinaria, es necesario mirar los problemas desde diversos enfoques para poder abordarlos de la mejor manera posible. La pedagoga rescata la idea de Lumbreras de humanizar el pasado, mirar a la arqueología no solo como momias o como un ceramio, sino las historias que cuentan. “A veces se piensa que no hay que volver turístico a un lugar porque sería quitarle su esencia, pero al contrario puede ayudar a contribuir a reforzar la identidad de la comunidad”, explica la pedagoga.
Carlos Aburto indicó que había que hacer un mea culpa porque la arqueología no se enseña correctamente en las escuelas. “El sentido de la enseñanza de historia y arqueología es ayudar a consolidar el sentido de pertenencia e identidad. Nuestro país tiene tensiones, cuando examinamos gran parte de la literatura de ciencias sociales nos damos cuenta que somos un país que por mucho tiempo ha reclamado una identidad nacional. Una demanda de los profesores regionales es que los libros presenten más contenido local y no tanto de fuera” precisó el historiador.
María del Rocío Soto Narváez indicó que el material que producen los arqueólogos no es muy accesible para los docentes y que los museos son muy solemnes. “El estudiante debería poder trasladarse al momento del pasado. Cuando vemos representaciones de otras personas con la vestimenta de ese entonces nos transportamos como docentes hacia ese contexto” señala la especialista en gerencia regional de Educación de La Libertad.
SANTIAGO UCEDA, POR SIEMPRE ARQUEÓLOGO
El momento más emotivo del coloquio de arqueología fue el homenaje al arqueólogo Santiago Uceda, quien falleció en enero de 2018. Régulo Franco, Director del Complejo Arqueológico El Brujo y el Museo Cao, indicó que Uceda hizo una extraordinaria gestión como codirector del Proyecto Huacas del Sol y la Luna. Franco pidió la presencia de tres amigos y colegas entrañables del académico: el director del proyecto arqueológico Huacas de Moche, Ricardo Morales, el arqueólogo Luis Jaime Castillo, y el profesor de la Universidad Nacional de Trujillo, Gabriel Prieto.
Los colegas de Santiago Uceda compartieron fotos del arqueólogo con sus alumnos, trabajando en las Huacas de Moche, bailando con su esposa e hija. Luis Jaime Castillo reconoció que no había podido escribir ningún texto académico tras la muerte de Uceda. “Estos homenajes son las últimas veces donde podamos encontrarnos con Santiago”, reflexionó el profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
El coloquio de arqueología, organizado por la Fundación Wiese, es una de las mejores formas de mantener viva la memoria de Santiago Uceda. El evento contribuye a que la arqueología sea un quehacer verdaderamente digno, que le entrega al país ese pasado sobre el que se puede construir un futuro mejor.