La historia de los “Derechos Humanos” data de hace miles de años. En los inicios de la civilización del hombre, aproximadamente en el año 539 a. C., Ciro el Grande, tras conquistar Babilonia, liberó a todos los esclavos y les permitió volver a casa. No sólo abolió la esclavitud en la zona sino que declaró que el hombre tenía derecho a escoger su propia religión. Esta es la primera declaración de Derechos Humanos en toda la historia.
Pronto, estas convicciones se difundieron hasta India, Grecia y Roma. En este último, se establece la Carta Magna, que otorgó nuevos derechos al pueblo e hizo que el rey estuviese sujeto a ley. Luego en 1776, la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos proclamaba el derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.
Diez años después, con el inicio de la Revolución Francesa y sus consecuencias se promulga la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789 por medio de un documento francés que establecía que todos los ciudadanos son iguales ante la ley.
Lo que conocemos actualmente como la Declaración Universal de Derechos Humanos está inspirado en el antiguo texto de 1789. Tras la tragedia de la Primera Guerra Mundial y los horrores de la Segunda, la comunidad internacional hizo frente para defender los derechos y planteó una carta de derechos.
La realización de esta ficha estuvo a cargo de un comité presidido por Eleanor Roosevelt y por otros miembros de 18 países de todo el mundo. La Carta fue redactada por el canadiense John Peters Humphrey y revisada posteriormente por René Cassin. Finalmente fue adoptada por la tercera Asamblea General de la Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948 en París. Si bien ningún participante votó en contra, Sudáfrica, Arabia Saudita y la Unión Soviética se abstuvieron.
En el caso del Perú, desde la Declaración de la Independencia se han dictado diversas cartas magnas referidas a los derechos fundamentales. En 1823, se determinaron derechos y libertades. Tres años después, ya se hablaba de libertad civil, seguridad individual e igualdad ante la ley. En la constitución de 1979, la persona se convierte en el fin supremo de la sociedad y estado garantiza velar por sus derechos.
La Declaración Universal de Derechos Humanos es el estándar común que deben alcanzar los pueblos y las naciones. Además, establece nociones importantes como que “la maternidad y la infancia tienen derechos a cuidados especiales y asistencia”. Este documento no sólo marca un hito en la historia de la civilización humana sino que a través de los años invita a la reflexión sobre qué tanto se ha avanzado en ámbitos de libertad, justicia y paz en todo el planeta.
La Fundación Wiese acoge las nociones de identidad y equidad que existen en la Declaración Universal de Derechos Humanos como los valores principales de su institución. De esta manera, buscamos que nuestra diversidad y el compromiso de igualdad sean los pilares en cada uno de nuestros proyectos y actividades año a año.