Casi a finales del siglo XIX los padres de un niño de dos años estaban preocupados pues a diferencia de otros, su pequeño tardaba más de lo normal en empezar a hablar. Recién a los tres años el niño comenzó a articular algunas sílabas. Mientras tanto, las personas a su alrededor describían al niño como alguien vergonzoso y extraño. Cuando el pequeño fue a la escuela jamás destacó y algunos profesores lo consideraban un alumno reacio a la autoridad al que debían amonestar en todo momento.
Este niño del cual estamos hablando era Albert Einstein, una de las mentes científicas más brillantes del mundo. Si bien es cierto, no era niño con discapacidades o habilidades diferentes, las condiciones educativas de igualdad fueron los que le permitieron desarrollarse a nivel escolar y luego profesional. Entonces, esto nos lleva a preguntarnos ¿qué entendemos por una escuela inclusiva?
¿Qué es una escuela inclusiva?
Una escuela inclusiva es aquella que brinda oportunidades de participación y aprendizaje para todos los estudiantes. La escuela inclusiva apuesta por entornos en los que todas las niñas y los niños aprenden juntos, independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales.
Características
La escuela inclusiva:
- Acepta, respeta y valora a cada niña y niño con sus diferencias.
- Se enfoca en las capacidades de las y los estudiantes con el fin de potenciarlas al máximo.
- Busca el desarrollo de todos sus estudiantes.
- Adapta las estructuras organizativas y curriculares a la necesidad educativa de sus estudiantes. Se entiende la importancia del derecho de todos a aprender.
- Adapta sus políticas, culturas y prácticas de manera participativa y consensuada.
En una escuela inclusiva los espacios y ambientes garantizan el fácil acceso de todos sus estudiantes por igual. La «accesibilidad» no solo implica el ingreso a los ambientes de la institución, sino también la posibilidad de orientarse y trasladarse autónomamente a través de ella.
¿Cómo se promueve la igualdad de oportunidades?
La igualdad de oportunidades es un principio basado en la idea de que cualquier estudiante tiene las mismas posibilidades de acceder a una educación de calidad. El Currículo Nacional de Perú promueve que los estudiantes se formen en valores de respeto y tolerancia, rechazando todas las formas de discriminación dentro y fuera de la escuela.
Para el Ministerio de Educación cada niño o niña es único y se les debe respetar, valorar y fomentar su desarrollo en un ambiente pacífico, en escuelas seguras donde todos sean tratados e interactúen en igualdad de condiciones.
La igualdad de oportunidades implica identificar y eliminar las barreras discriminatorias de los contextos escolar, familiar y social. También está relacionado con impulsar la participación centrándose en el aprendizaje, promover políticas para satisfacer las necesidades educativas de los alumnos e involucrar el desarrollo de las escuelas.