¿Cómo relacionarnos con las personas con discapacidad?, ¿cómo responderán ellos a nuestro trato?, ¿qué hacemos si cometemos un error?, son las interrogantes que surgen cuando tratamos con personas de este colectivo. Lo primero que debemos tener muy claro es que todos somos personas, sin importar nuestra condición y aunque persisten posturas particulares con otros términos, lo cierto es que persona con discapacidad encierra el respeto, valor y naturalización de la diversidad, indica Carlos Sánchez de Empanacombi, una empresa social que promueve la inclusión laboral de jóvenes con diversos tipos de discapacidad, específicamente en los oficios de cocina y servicio al cliente.
Por tal motivo, si empiezas a relacionarte con personas con discapacidad (auditiva, visual, intelectual, etc.), entenderás que la discapacidad es una característica más de la persona. Te recomendamos seguir los siguientes consejos en tu trato:
1. Enfócate en la persona y no en la discapacidad
Las personas con habilidades diferentes comprenden más de lo que la gente cree. Por ello, hay que incluirlos en las conversaciones y, cuando hablemos directamente tratar de conectar con ellos o ellas.
2. Usa su nombre para llamarlos
Todos tenemos un nombre que nos identifica. Por eso presentémoslos y llamémoslos por su nombre. Si estás hablando con una persona sorda que va acompañada por su intérprete, no te dirijas al intérprete.
3. Trátalos según su edad, igual a los demás
Las personas con discapacidad quieren ser tratadas igual que otros de su misma edad. Inclúyelas para que puedan aprender, ser y sentirse aceptados socialmente. Trátalas igual que tratarías, por ejemplo, a un niño o niña de su edad si comete un error o si tiene un comportamiento que merece ser festejado, esto último les brindará el estímulo que necesitan para no rendirse.
4. No quieren ser el centro de atención
Quieren ser incluidos como cualquier otra persona, por ejemplo, en el núcleo familiar. Evita la sobreprotección y el paternalismo: la persona es autónoma y si necesita ayuda, te la pedirá. En cualquier caso, pregunta antes de ayudar.
5. Dale la posibilidad de intentarlo
Los profesionales y los padres de personas con discapacidad pueden centrarse en aquellas cosas que sí pueden hacer, para fortalecerlas. Hay que enseñarles cómo hacer las cosas (como a cualquier otra persona) y darles la oportunidad de demostrar que son capaces de hacerlo. Ellos confiarán más en sí mismo si su entorno confía en que tienen la capacidad de lograrlo.
6. Dale responsabilidades
Recuerda, para incluirlas en la escuela, el trabajo, etc. no solo deben disfrutar de los mismos derechos que el resto, sino también de responsabilidades. Las personas con discapacidad deben ser tratadas como a cualquier otro ser humano o como nos gustaría que nos trataran a nosotros en casa, en la escuela, en el trabajo y en la sociedad.
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Referencia:
Voluntarios participando en la igualdad