La pandemia ha dejado en evidencia la necesidad de prestar atención a la salud mental, no solo de manera individual, sino también en el ámbito comunitario. En este sentido, la escuela juega un papel fundamental en la promoción de una mayor conciencia y educación sobre el cuidado de la salud mental en comunidad.
¿Cómo hablar sobre la salud mental en el aula?
Es importante reconocer que todos los miembros de la comunidad educativa son partícipes para generar un ambiente mentalmente saludable. No es solo una labor de psicólogos o psiquiatras, sino que todos podemos contribuir a ello.
Sin embargo, muchas veces resulta difícil hablar sobre la salud mental, y es necesario generar espacios para hacerlo. Es fundamental que la escuela sea un lugar donde se pueda hablar con naturalidad sobre casos donde la salud mental está comprometida, como la ansiedad, ataques de pánico o depresión, etc.
Además, es importante reconocer y problematizar los prejuicios y desinformación que aún existen respecto a la salud mental. Debemos evitar asociar problemas de salud mental con debilidad o considerarlos como “modas” o formas de llamar la atención. Generar espacios para analizar críticamente estas ideas nos permitirá avanzar hacia una comprensión más empática y respetuosa de la salud mental.
¿cómo abordar situaciones de autolesiones?
En caso de detectar situaciones como autolesiones o “cutting”, es importante hablar con el estudiante y hacerle saber que puede contar contigo para promover su bienestar. Es fundamental centrarse en el deseo de ayudar antes que en evaluar o diagnosticar el origen de la situación. Es necesario conversar también con la familia para asegurarse que estén al tanto de la situación y poder derivar a una ayuda profesional si es necesario.
Además, es importante hablar sobre estos temas en el aula, incluso antes de que ocurra un caso de este tipo, centrándonos en la prevención. Traer los temas al aula facilita que los estudiantes se sientan legítimamente preocupados por su salud mental y la de otros compañeros que puedan estar enfrentando estas situaciones.
Es fundamental acoger el tema en el aula de manera pronta y calma si ya ocurrió una situación como la del caso de autolesiones u otra. Hablar sobre ello facilita que los estudiantes sepan que está bien buscar ayuda o que puedan ofrecerla, y que está muy bien que se interesen por su salud mental y la de las personas que conocen.
En conclusión, la prevención y el cuidado de la salud mental es una tarea que depende de todos. Juntos podemos hacer de la escuela un ecosistema sensible y comprometido con el bienestar. Es necesario generar espacios para hablar sobre estos temas, problematizar los prejuicios y desinformación, acoger los casos en el aula y promover la prevención. La escuela tiene un rol fundamental en la promoción de una mayor conciencia y educación sobre el cuidado de la salud mental en comunidad.
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