La Fundación Wiese, en alianza con el Ministerio de Cultura, trabaja para investigar, conservar, poner en valor y difundir los hallazgos realizados dentro del Complejo Arqueológico El Brujo, ubicado en La Libertad. Este trabajo se vio inspirado por el amor al Perú y la pasión de Don Guillermo “Pancho” Wiese, quien inició este proyecto en agosto de 1990. Desde entonces, el compromiso con el patrimonio arqueológico de la fundación fue cimentándose hasta hacerse invulnerable al tiempo, tal como los muros del complejo.
La Fundación Wiese y el Complejo Arqueológico El Brujo
¿Qué representan los lugares prehispánicos y por qué deben conservarse?, Ingrid Claudet, gerente general de la Fundación Wiese, considera que para mirar un mejor futuro hay que aprender a mirar el pasado.
“La cultura material, como las edificaciones y objetos que conservamos en el Complejo Arqueológico El Brujo, poseen una importante cantidad de conocimiento, que combinado con el saber ancestral presente en las personas que viven alrededor del sitio, componen ese legado cultural tan magnífico que tiene el Perú. Si hay algo que hace a nuestro país único e incomparable es su vasto y riquísimo patrimonio cultural”, indica Claudet.
De lo ancestral a lo digital para preservar el conocimiento
Las investigaciones y estudios realizados en el Complejo Arqueológico El Brujo han ido de la mano con la modernidad, sobretodo en este 2020 en que la pandemia ha retado la forma de trabajo regular de los patrimonios culturales. Junto con un equipo variado de especialistas la Fundación Wiese ha desarrollado contenido digital para presentarlo de manera lúdica, con el fin de generar el interés de las futuras generaciones por la preservación del patrimonio cultural.
“Lo que hacemos es preservar el conocimiento. Para ello creamos una plataforma digital que conserve y documente las imágenes de todos los objetos del complejo con el objetivo de ponerlas disponible al público”, señala Claudet.
Acciones para proteger y promocionar el patrimonio arqueológico
Ingrid Claudet asegura que se está planificando un proyecto en el sitio arqueológico para trabajar con niñas y niños del valle de Chicama, con el fin de que se familiaricen con el legado cultural que les pertenece. La gerente general de la Fundación Wiese señala que el acercamiento del patrimonio cultural a las futuras generaciones es una deuda que tienen aquellos que están del lado de la gestión cultural de los sitios arqueológicos.
“Estamos trabajando en el guiado para que se convierta en una mediación de alguien especializado que pueda transmitir la información de manera más apropiada”.
Sin embargo, así como hay acciones para preservar el patrimonio, también existen riesgos que la perjudican. Ingrid Claudet señala dos tipos de amenazas:
“Hay amenazas naturales como el fenómeno del niño, lluvias torrenciales, terremotos; ante estas amenazas no hay mucho por hacer. Sin embargo, la presencia de huaqueros y la invasión de terrenos son dos factores de riesgo y amenazas que se deben controlar. La mejor manera de controlarlos es que las futuras generaciones conozcan el valor que tiene el patrimonio cultural y que lo consideren sagrado, que nadie lo destruya, porque contienen el conocimiento que nos permite construir una mejor sociedad”.
El Complejo Arqueológico El Brujo ya reabrió sus puertas al público, si deseas visitarnos, te invitamos a hacer clic en el siguiente enlace: