Según el reporte de UNICEF: Estado mundial de la infancia 2021. En mi mente: promover, proteger y cuidar la salud mental de la infancia, se calcula que, en el mundo, más de 13% de los adolescentes, entre 10 y 19 años, padece algún trastorno mental. De estos trastornos, los que prevalecen son la ansiedad y la depresión; pero también hay otros problemas como déficit de atención, hiperactividad, trastornos de conducta, bipolaridad, trastornos alimenticios, y una amplia lista más.
Lamentablemente, pese a las alarmantes cifras, todavía no se invierte en salud mental como se debería. Esto debe cambiar, puesto que, la salud mental es tan importante como la salud física.
Después de todo, de esa manera no solo estamos ayudando a formar individuos sanos con la capacidad de pensar, aprender, trabajar, establecer relaciones sanas y aportar a su comunidad y al mundo; sino que también logramos formar la base de comunidades y naciones que también lo sean.
La relación entre la salud mental y el bienestar
Según Edith Tovar, educadora, la salud mental está vinculada con el bienestar. En cuanto a las categorías del bienestar, existen tres, estas son:
- Bienestar mental.
- Buena salud física.
- Habilidades para la vida.
Es importante que, como padres de familias haya un compromiso con estas categorías. Si bien es cierto, es más fácil comprometernos con la buena salud física, pues comprende acciones a las que estamos acostumbrados como cuidar la buena alimentación de los hijos o brindarles la atención que necesitan cuando están enfermos, este no debe ser el único foco al que debemos prestar atención.
El apoyo de los maestros en el cuidado de la salud mental de los niños
El cuidado de la salud mental es tan importante como el cuidado de la salud física y, según Edith Tovar, para cuidarla, es necesario prestar atención a la manera cómo nuestros hijos aprenden, se comportan, se relacionan con los demás y expresan sus emociones.
Asimismo, la educadora aconseja que los padres estén abiertos a comunicarse con los docentes de sus hijos, puesto que estos pueden informarles respecto al comportamiento de sus hijos en el aula, así como sobre las interacciones que tienen con sus compañeros.
Los docentes también pueden informar a los padres sobre las dificultades de aprendizaje que puedan percibir. Después de todo, existen algunas que pueden ser resueltas fácilmente, pero hay otras que necesitan la evaluación de profesionales para abordar el problema y guiar a los padres, respecto a cómo se debe de actuar ante ellas.
Los padres también necesitan poder hablar sobre lo que les ocurre en relación con los hijos
Cuando se detecta un problema en los hijos, muchas veces se entra en negación o en la búsqueda de culpables. Sin embargo, esta no es la solución; por eso, Edith Tovar indica que es importante que los padres y cuidadores hablen acerca de lo que les ocurre con relación a los hijos, para que de esa manera el dolor pueda ser visibilizado, evitar paralizarse y tomar acción.
Consejos para cuidar la salud mental de los hijos
Unicef sugiere a los padres que conversen con sus hijos, teniendo en cuenta la etapa de desarrollo en que estos se encuentren. Existen diferentes formas de abrir el diálogo, por ejemplo, preguntar acerca de cómo les ha ido en el día, cómo se han sentido acerca de las actividades desarrolladas, qué hicieron con sus amigos, etc.
Hay que tener presente, además, que a medida que los niños van creciendo van aumentando sus habilidades para expresar sus emociones. También, es importante recordar que ellos observan nuestras respuestas ante distintas situaciones, por lo que es importante preguntarnos qué modelo estamos siendo para ellos.
Recordemos que cuidar la salud mental de nuestros hijos parte de aprender a escuchar lo que sienten y validar sus emociones.
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