Durante el retorno a clases y el inicio del nuevo año escolar es importante prestar atención al aspecto emocional y las relaciones interpersonales en nuestras comunidades educativas. Los docentes deben cuidar tanto el aspecto pedagógico como el bienestar emocional de los estudiantes en la escuela. Sin embargo, ¿están preparados para hacerlo? ¿Cuentan con prácticas que los ayuden a cultivar sus propias habilidades emocionales?
En este contexto, es conveniente que los docentes cuenten con espacios de encuentro y diálogo colectivo para fomentar estas habilidades, nutrir las relaciones interpersonales y establecer una cultura de bienestar y cuidado mutuo en la comunidad educativa. Solo un docente consciente de la importancia de procurar su bienestar, en conexión consigo y capaz de gestionar sus emociones y de cultivar vínculos saludables, puede brindar soporte y acompañar, a la vez que inspirar a sus estudiantes en el desarrollo de habilidades socioemocionales claves, como son: la autoconciencia, la autorregulación, la consciencia social, las habilidades relacionales y la toma de decisiones responsables.
Por eso, en esta nota te contamos cómo incorporar espacios periódicos de encuentro y escucha colectiva que le permitan a la comunidad docente cultivar habilidades socioemocionales, así como nutrir sus vínculos.
Espacios de encuentro y escucha colectiva
La dinámica de estas reuniones es sencilla: se trata de que cada docente comparta una situación personal relacionada con algún tema previamente definido, y después se abre un diálogo adecuado para que los colegas puedan hacer preguntas, compartir reflexiones, aportar ideas y brindar apoyo. Es importante establecer acuerdos previos para hacer de estos espacios un ambiente seguro y libre de juicios. Además, recomendamos programar los encuentros quincenalmente, con una duración mínima de una hora.
El enfoque de estas reuniones va más allá de la aportación de ideas prácticas para el aula. Se trata de aprovechar la oportunidad de conectar con la comunidad educativa y fomentar habilidades socioemocionales que permitan que los docentes se sientan cuidados y apoyados, y al mismo tiempo, ser ejemplo vivencial para los estudiantes de cómo convivir, colaborar y cuidar a los demás.
Algunas recomendaciones previas
En estos espacios de diálogo, se propone la inclusión de temas relacionados con la convivencia, las emociones, el cuidado y la corresponsabilidad en las dinámicas escolares. Los temas específicos para cada encuentro pueden ser definidos en conjunto por el equipo docente, pero también pueden irse descubriendo a medida que surjan las situaciones personales compartidas.
La empatía es clave en estos encuentros. Los docentes deben tener la capacidad de ponerse en el lugar del otro y escuchar sin juzgar. Y es que, para ser capaces de brindar apoyo a los estudiantes, primero se requiere un ambiente de cuidado y respeto dentro del equipo docente. También es importante que estas reuniones sean un espacio para la construcción de nuevas relaciones y fortalecimiento de las existentes. Además de compartir vivencias, se pueden proponer ejercicios sencillos que fomenten la creatividad, la imaginación y el trabajo en equipo.
Pero no todo es diálogo, a veces, también es necesario tener momentos de juego y diversión. La risa es un excelente antídoto para el estrés y la tensión. Por ejemplo, se pueden hacer juegos de adivinanza, charadas, dibujos en equipo, entre otros.
En conclusión, la implementación de espacios de diálogo colectivo y cuidado mutuo dentro de la comunidad educativa puede aportar muchos beneficios, tanto para los docentes como para los estudiantes y el ambiente escolar. De esta forma, se puede fomentar habilidades socioemocionales, la convivencia y el cuidado mutuo en la comunidad educativa. ¡Haz la propuesta e inténtalo!
Si quieres conocer más sobre cómo establecer espacios de escucha colectiva y el cuidado de la comunidad docente durante el año escolar, puedes ver el segundo capítulo de la 4ta temporada de nuestra serie “Fortaleciendo Habilidades Socioemocionales”:
