¿Sabes cuál es la diferencia entre un emprendimiento social o un emprendimiento estándar? ¿Existen requisitos esenciales para ser una empresa social? Este artículo te ayudará a definir las diferencias entre estos dos tipos de emprendimiento a manera de guía para que tengas un panorama más claro.
Según Nicole Etchart, Co-CEO y Co-fundadora de NESsT, “una empresa social es un negocio innovador que busca resolver un problema social de una manera sustentable. Una empresa social combina las herramientas y estrategias de un emprendimiento de negocios con la misión y los valores de un emprendimiento social para crear un impacto social duradero”. Es decir, una empresa social se diferencia de una estándar por dos principales características: La percepción de valor por parte de la empresa, y el público objetivo de la misma.
Mientras que una empresa estándar está enfocada en generar valor y utilidad financiera tanto para sus emprendedores como para sus inversionistas, el emprendimiento social tiene en cuenta, además de las dos ya mencionadas, el beneficio social para comunidades y grupos vulnerables de su interés.
Los emprendedores sociales ven una oportunidad en la transformación de una comunidad que no cuenta con recursos para cubrir sus necesidades. Como consecuencia de ello la empresa social no solo debe conocer muy bien a su público objetivo sino que también debe conocer al grupo vulnerable con el que trabajará.
Ser parte de un emprendimiento social no sólo se trata de brindar productos u ofrecer servicios en beneficio económico, sino que además debe generar beneficio social a quienes más lo necesitan. Para lograrlo, debe entablar una mesa de diálogo con los grupos vulnerables para conocer su realidad, sus problemas, necesidades y costumbres. En base a esa importante información, la empresa social desarrolla un modelo de negocios basado en el beneficio mutuo adaptado al mercado de hoy.
Fuente: NeSst