Según el Banco Mundial, la igualdad de oportunidades “busca nivelar las oportunidades para que el género, la raza o etnicidad, el lugar de nacimiento, el entorno familiar y otras características que están fuera del control del individuo, no influyan en los resultados de una persona”. Dicha definición agrega además que “El éxito en la vida debe depender de decisiones de los individuos, el esfuerzo y talento, no en sus circunstancias al nacer”.
Pese a que la igualdad de oportunidades forma parte de la agenda de los ODS, todavía estamos lejos de alcanzarla.
De hecho, según una publicación de las Naciones Unidas, pese a que la igualdad de oportunidades se encuentra el centro de la concepción de una sociedad justa, todavía a los “niños nacidos en familias desfavorecidas se les niega esa igualdad de oportunidades y sus posibilidades de alcanzar un nivel de vida decente en la edad adulta disminuye considerablemente”.
Las condiciones económicas no son el único factor que ocasiona desigualdad entre los niños y adolescentes; sino también otros como alguna discapacidad, la raza, el credo, e incluso las dificultades de aprendizaje, por mencionar algunas.
Las consecuencias de la desigualdad
Según Unicef, desigualdad no solo acentúa la pobreza; sino que también la discriminación que genera limita el acceso que los niños y jóvenes tienen a servicios esenciales; o les brinda acceso solo a aquellos servicios de inferior calidad. En consecuencia, el estado de salud y el estado nutricional de niños y adolescentes suele ser precario. De la misma forma pasa con su educación, y ya que no pueden recibir educación de calidad, su desempeño académico también suele ser deficiente.
¿Cómo promover la igualdad de niños y adolescentes?
Podemos promover la igualdad de oportunidades desde las escuelas. Es en este contexto que cobran protagonismo las llamadas escuelas inclusivas, mediante las cuales se apuesta por entornos educativos en donde tanto niñas como niños pueden aprender juntos, independientemente de sus condiciones sociales, culturales o personales.
Las bases de las escuelas inclusivas son las siguientes:
- Promueven la aceptación, el respeto y se valora a cada niño con sus diferencias.
- Se centra en las capacidades de los estudiantes para ayudar a potenciarlas.
- No discrimina a ningún estudiante; al contrario, busca que todos se desarrollen.
- Se adapta a las necesidades educativas de los estudiantes, partiendo de la premisa de que todos tienen derecho a aprender.
- Adapta sus políticas, culturas y prácticas.
Programa Calidad Educativa promueve la igualdad de oportunidades
En Fundación Wiese promovemos la igualdad de oportunidades a través del programa Calidad Educativa. Mediante este, buscamos aportar mejoras para el clima emocional y cognitivo de las escuelas para que, de esa manera, puedan mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Conoce los recursos del programa Calidad Educativa aquí.