En nuestra exploración del patrimonio cultural y su capacidad para tejer vínculos entre las personas, hemos descubierto un mundo de significados profundos que trascienden lo material y abrazan lo inmaterial. El patrimonio cultural se extiende mucho más allá de monumentos, construcciones y objetos antiguos. Se adentra en la esencia misma de quiénes somos como individuos y comunidades, forjando una identidad que abraza el pasado, el presente y el futuro.
¿Qué es el patrimonio cultural?
El patrimonio cultural es una expresión de la identidad cultural, que nos identifica como grupo social al cual representamos, se presenta como un elemento de cohesión y forma parte de la memoria colectiva. Son elementos simbólicos que pueden referirse a los bienes materiales e inmateriales transmitidos a través de generaciones, que abarca monumentos y lugares con un valor excepcional desde perspectivas históricas, estéticas, etnológicas y antropológicas. Este legado no se limita a objetos y estructuras, sino que también incluye tradiciones, valores, creencias y expresiones culturales. El patrimonio cultural es fundamental para comprender nuestra identidad como individuos y comunidades, y se fortalece a través de la experiencia viva y la conexión con el pasado.
¿Cómo se generan vínculos entre el patrimonio cultural y las personas?
Los vínculos entre el patrimonio cultural y las personas se forjan a través de una interacción activa y significativa con la herencia compartida de nuestros antepasados. Más que un legado pasivo, el patrimonio cultural es una parte viva de nuestra identidad que perdura a través de generaciones y fronteras.
Al explorar cómo se establecen estos vínculos, podemos comprender la importancia de nuestro patrimonio, como un elemento de vinculación social, de memoria compartida, fuente de cohesión y aprendizaje. En este proceso, la contribución de la doctora Sofía Chacaltana, experta en Antropología y Arqueología, afirma que la reapropiación activa de nuestro patrimonio desempeña un papel fundamental en el fortalecimiento de estos lazos. Si quieres explorar más el tema puedes ver aquí nuestro episodio completo de Diálogos Educativos donde la doctora aborda en profundidad el tema
Exploración activa de sitios arqueológicos y su relación con el paisaje
Un punto clave para establecer vínculos significativos con el patrimonio cultural es la exploración activa de sitios arqueológicos. No se trata simplemente de recorrer las ruinas históricas, sino de sumergirse en la historia que se encuentra bajo nuestros pies. Al imaginar la vida de quienes habitaban estos lugares, entender por ejemplo las técnicas de construcción y apreciar la belleza de la arquitectura antigua, nos conectamos de manera profunda con el pasado. Esta experiencia no solo nos ayuda a comprender la importancia de preservar estos tesoros, sino que también establece un vínculo personal con la historia que encierran y que se presenta como un espacio de aprendizaje para el presente..
Reconexión con las historias de nuestros ancestros
Una parte esencial para establecer vínculos sólidos con el patrimonio cultural radica en la reconexión con las historias transmitidas de generación en generación. La historia oral del patrimonio desempeña un papel crucial en la preservación de la cultura y la identidad. Escuchar las narrativas transmitidas por nuestros ancestros y contribuir a estas historias nos permite mantener viva nuestra herencia cultural. Estas historias se convierten en un puente entre el pasado y el presente, fortaleciendo nuestra conexión con el patrimonio y otorgándole relevancia en nuestro contexto actual. En conjunto, estas historias personales y colectivas constituyen los pilares de la identidad cultural de una comunidad.
La identidad y el patrimonio cultural como elementos interconectados
Nuestra identidad, tanto individual como colectiva, está estrechamente entrelazada con el patrimonio cultural. Elementos culturales como nuestra lengua, religión, costumbres, valores, creatividad, historia, danza y música nos definen como comunidad. Al valorar y reconocer estos componentes, establecemos una identificación sólida como miembros de una comunidad específica y generamos un sentido compartido de pertenencia. Este sentimiento de pertenencia puede trascender lo local y contribuye a la identidad nacional, y en última instancia, a la identidad global.
El patrimonio vivo
Es crucial comprender que el patrimonio cultural no es estático ni pasivo; su existencia es independiente de su reconocimiento o valoración. La sociedad, en su papel como agente activo, modela y valora su patrimonio cultural al elegir elementos específicos para su conservación y promoción. Nuestra identidad se forja a través de esta interacción activa con el patrimonio.
Cada generación tiene la responsabilidad de mantener vivo este diálogo entre el pasado y el presente, asegurando la preservación del legado cultural para las generaciones venideras. La contribución tanto individual como colectiva desempeña un papel fundamental en el enriquecimiento y la salvaguardia de nuestro patrimonio cultural.
Con el propósito de generar y fortalecer los vínculos entre el patrimonio cultural y las personas; en Fundación Wiese hemos creado el programa Calidad Educativa, donde te proporcionamos recursos útiles para este fin. Te invitamos a visitarlo en nuestra web.
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