Cada vez aumenta el número de emprendimientos sostenibles que buscan generar un impacto económico, social e incluso medioambiental. Este es el caso de Empanacombi, una iniciativa del sector gastronómico que, como parte de su propuesta, incluye en su fuerza laboral a personas con algún tipo de discapacidad. En esta publicación, tomaremos como ejemplo a esta empresa para entender en qué radica el éxito de un emprendimiento económico y social, y cómo empezarlo.
El eje de un emprendimiento económico y social es que tiene como objetivo resolver una problemática. Esta puede ser de diversa índole, por ejemplo, educativa, ambiental, o como en el caso de Empanacombi, social.
Esta empresa peruana incluye a personas con algún tipo de discapacidad como parte de su equipo. Para ello ha habilitado sus cocinas con mobiliario adaptativo. Gracias a estas medidas, ellos pueden trabajar en un entorno seguro, generando ingresos para sus familias.
Empanacombi, además, es una empresa con bajo impacto ambiental. Para lograrlo, ha reducido su consumo de plásticos hasta en un 90%. Asimismo, usa empaques compostables y biodegradables en sus puntos de venta.
Junto con todo lo anterior, este emprendimiento también elimina sus desechos a través de la técnica del reciclaje culinario. Esto último ha sido posible gracias a la ayuda de la organización Ccoro del chef Palmiro Ocampo.
Debe comprender los retos y desafíos
No es posible desarrollar y tener éxito con un emprendimiento de esta índole si no se conoce bien el terreno en el que se está ingresando. Por ello es importante que, luego de definir el problema que se busca resolver, se investigue bien todo lo que este implica, y estar listos para enfrentar los retos y desafíos.
En el caso de Empanacombi, se enfrentaban a un sector altamente competitivo (el gastronómico); así como a clientes que estuvieran dispuestos a consumir sus productos a gran escala. Es por ello que, Empanacombi se encontró con clientes como Repsol, empresa que estuvo dispuesta a vender sus empanadas en sus góndolas. De esa forma pudieron aumentar su número de ventas.
Uno de los retos que Empanacombi no esperaba, así como muchas otras empresas, fue el golpe económico de la pandemia. Sin embargo, como todo emprendimiento económico y social sólido, supo reinventarse en medio de la crisis, creando estrategias que les permitieran seguir proporcionando un sueldo a sus trabajadores y evitar además reducir su planilla. Así mismo, una vez reactivado el sector, amplió su canal de ventas creando un e-commerce, donde ya no sólo se vendían empanadas sino también otros productos gastronómicos.
Un emprendimiento económico y social, también necesitará aliados que lo ayuden a impulsarlo. Ya sea porque haga falta recursos económicos o se necesite la experiencia de otros que ya han incursionado en el sector. Empanacombi, por ejemplo, contó con el apoyo de Fundación Wiese, al ser una de las beneficiarias de su Fondo Emprendedor.
Gracias a ello también pudo contar con la asesoría de Renato Peralta, chef, panadero y director gastronómico de Civitano, un holding del Grupo Wiese. Cisneros proporcionó a Empanacombi mentoría en relación con la asesoría a toda la cadena de producción, con el objetivo de que la empresa lograra la expansión comercial.
Lo invitamos a conocer más del programa Fondo Emprendedor de Fundación Wiese a continuación.
