Cada año, los emprendimientos sociales en el Perú se incrementan pues la apuesta por crear un mayor impacto social sostenible es mucho mayor. Los emprendedores sociales han decidido aportar un granito de arena al cambio dentro de la comunidad donde se desenvuelve su negocio, usando estrategias de mercado para lograr su objetivo social. Sin embargo, empecemos por los inicios del emprendimiento en nuestro país.
La situación social y ambiental de nuestro país hace que el emprendimiento social sea una gran alternativa para tomar en cuenta. Hace más de cinco años, no se podría imaginar la cantidad de emprendimientos sociales generados hasta hoy ya que no existían espacios plenos para compartir experiencias de camino y éxito.
En 1997, NESsT, operador de Fondo Emprendedor de Fundación Wiese, inicia sus actividades en el Perú aportando más de un millón y medio de dólares en fondos y asistencia por más de dos décadas. A la par, otras universidades desarrollaron importantes convenios para lograr el crecimiento de los emprendimientos sociales. Para el 2013, el emprendimiento social en el Perú ya tenía una importante cantidad de competidores en el mercado. Tradicionalmente, la innovación y la creatividad son sinónimos de peruanidad, es así como en el 2015, los emprendedores de innovación crecieron en un 16%.
Hoy por hoy, el panorama ha dado un giro de 180 grados y ha colocado al emprendimiento social como una solución para aquellos emprendedores que no sólo quieren desarrollarse en base a finanzas, sino que además tienen la iniciativa de transformación de la comunidad, estas pueden estar ligadas a inclusión social, salud, educación, desarrollo económico, entre otros. A diferencia de otros años, los emprendimientos sociales se han convertido en modelos de negocio sostenibles en el tiempo ya que se ha generado la capacidad de gestión que antes no existía pues el asesoramiento era mínimo.
Según la investigación “El emprendimientos social de base universitaria en Latinoamérica”, el 3.4% de estudiantes son líderes de emprendimientos sociales y el 62% desea hacerlo. Esto quiere decir que la demanda de emprendimientos de este tipo se está superando así mismo, ello no sólo por la capacidad de generar un cambio en la sociedad, sino además por los concursos y financiamientos que están apostando por invertir en los emprendimientos sociales.
Para el 2022, se estima que el ecosistema de emprendimiento social en el Perú se triplique pues contará con el apoyo de más gestores, empresas privadas, entre otros para manejar mayores presupuestos, según Mónica Vásquez del Solar, directora de la región andina de NESst en una entrevista para El Comercio. En la actualidad, las instituciones que fomentan el desarrollo de estas iniciativas varía entre 20 y 25, entre ellas existen las que se enfocan en el crecimiento sostenible en el tiempo.
Tal es el caso de “Fondo Emprendedor”, plataforma de inversión creada por Fundación Wiese, con el apoyo de NESsT, para impulsar empresas que hayan sido creadas para atender un problema social relevante en las comunidades más vulnerables del Perú. Estos emprendimientos sociales deben encontrarse en las etapas tempranas de sus operaciones. Actualmente, Fondo Emprendedor se encuentra en la búsqueda de emprendimientos sociales para que formen parte de su portafolio y brindarle beneficios como: asesoría especializada, financiamiento a medida. entre otros.
La convocatoria está abierta para todos los emprendimientos sociales que cumplan con los requisitos de Fondo Emprendedor. Las postulaciones empezaron el 15 de noviembre del 2018 y se cierran el 22 de febrero del 2019. No pierdas la oportunidad de ser parte del cambio del país y postula aquí.
