En Fundación Wiese estamos seguros que una educación de calidad es un elemento clave para alcanzar una sociedad aporte a que todos mejoremos las condiciones en las que vivimos.
Para alcanzar esta meta, todos los actores (profesores, directivos, Estado, familia, entre otros) involucrados en la formación de niños y niñas deben apoyarse entre sí y hacer sinergia.
Como actores esenciales en el acompañamiento de estudiantes, los maestros y las maestras también deben reflexionar sobre su práctica y cambiar aquellas cuestione aporten a una formación para el siglo XXI e incorporar otras.
A continuación, te acercamos algunas ideas de Antonio Blanco[1] acerca de cómo los docentes pueden aportar a la formación integral del individuo, cultivando el análisis crítico. El sostiene que deben ser parte del docente de este siglo las siguientes características:
Creatividad e innovación
El maestro debe ser abierto y receptivo a nuevas ideas y diferentes. Además, debe ver en el fracaso, una oportunidad para aprender. Además, debe entender que la creatividad y la innovación son parte de un camino a largo plazo, un proceso que va a paso lento con errores y éxitos.
Pensamiento crítico
El docente de este siglo debe analizar y evaluar de manera efectiva las evidencias, argumentos, demandas y creencias, así como los diferentes puntos de vista que pueden tener los alumnos en clase.
Asimismo, un profesor que sintetiza y reconoce conexiones entre información y argumentos, ayuda a que el niño haga lo mismo, pues logrará interpretar la información y adecuarla a su criterio para extraer conclusiones.
El pensamiento crítico es sustancial pues invita a la reflexión sobre las experiencias. El docente debe infundir este tipo de razonamiento en clase y esperar a que los niños y niñas lo apliquen a su día a día, a partir de ejemplos de diferentes problemas del mundo que pasan en la actualidad.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el pensamiento crítico no bloquea la capacidad emocional y afectiva de los niños, estas deben complementarse para aportar a una formación integral.
Acceso y gestión eficaz de la información
Otra competencia muy significativa en los docentes de este siglo es la capacidad de acceder a la información de manera eficiente, con una amplia variedad de fuentes. Por ejemplo, cada vez que se toque un tema en clase, el profesor usará la información con precisión y creatividad para el alumno. Es así que también debe conocer la construcción de la comunicación visual y sintética para usarlas como herramientas de transmisión de conocimiento.
Uso de las TIC
Las tecnologías de información y comunicación deben ser parte de su trabajo, es decir, de las necesidades educativas. Estas herramientas deben ser usadas con responsabilidad, y deben ser combinadas con las tradicionales, pues las TIC deben adaptarse a la enseñanza y no viceversa.
Las nuevas tecnologías, que cambian cada segundo, exigen nuevas cualidades a los docentes que deben desembocar en la investigación y cooperación en clase. La enseñanza impartida dentro de un salón no debería quedarse ahí, sino que los alumnos deben llevársela consigo por medio de los valores humanos y la integridad.
[1] Fuente: Universidad de Granma